Abogados de Seguridad Negligente en Boston

A pesar de que el crimen violento ha tendido a bajar en los recientes años, en ambos, nacionalmente y en el Commonwealth de Massachusetts, continúa siendo un problema grave. En 2013, hubieron 1.2 millones de crímenes violentos en los Estados Unidos que fueron reportados al Bureau Federal de Investigación (FBI). El año pasado en Boston, más de 5,000 crímenes violentos ocurrieron, con la mayoría de ellos siendo asalto agraviado, violación y robo.

Los abogados especializados en seguridad negligente de la Firma de Abogados de Jeffrey S. Glassman saben que las víctimas sobrevivientes pueden ser afectadas permanentemente por estos actos. En adición a sufrir lesiones físicas extensas, muchos cargan con cicatrices emocionales que pueden durar toda una vida.

Es verdad que en todos los casos la culpa cae en los agresores. Pero también es cierto que muchos de estos ataques no habrían sucedido si no hubiese sido por la seguridad negligente de los dueños de propiedades y administradores.

La regulación de seguridad negligente es un subconjunto de la ley de responsabilidad civil por inmuebles, y proviene de situaciones en las que una persona es lesionada por otra persona y busca responsabilizar al dueño o poseedor de un inmueble en el que la lesión ocurrió. Normalmente, nadie puede ser responsabilizado por las acciones de terceras partes. Sin embargo, hay algunas excepciones. La víctima lesionada (conocida como el demandante en una demanda) se encuentra en una posición legal para perseguir un litigio en contra del dueño de la propiedad o el poseedor porque la ley requiere que esas entidades provean medidas de seguridad razonables para proteger a ciertos individuos de actos dañinos por terceras partes que pudieron ser previsibles.

Esencialmente, si el dueño de la propiedad hubiese tomado los pasos razonables para proteger a los visitantes legales en contra de los riesgos previsibles, el ataque y la lesión subsecuente no hubiesen ocurrido.

Los reclamos por daños en casos de seguridad negligente pueden incluir compensación por:

• Gastos médicos
• Tratamiento de salud mental en curso
• Ingresos perdidos
• Dolor y sufrimiento
• Pérdida de disfrute de la vida
• Pérdida de consorcio (por el esposo o esposa de la víctima)

Un reclamo por seguridad negligente podría estar basado desde personal de seguridad mal entrenado hasta mala iluminación, cerraduras rotas o sistemas de seguridad.

Algunos ejemplos en los que los crímenes podrían ocurrir y problemas de seguridad negligente podrían surgir son:

• Bares o restaurantes
• Estacionamientos y garajes
• Hoteles
• Hospitales
• Campus de universidad y dormitorios
• Asilos de ancianos y residencias de vida asistida
• Centros comerciales y de compras
• Estadios
• Complejos de apartamentos
• Parques
• Edificios gubernamentales
• Escuelas
• Barrios cercados

No hay un Código específico o listado de todas las medidas de seguridad razonables que cada tipo de sitio debería tener con el fin de proteger a visitantes. Esto significa que determinar la responsabilidad está basado en un número de consideraciones que se deben pesar cuidadosamente por la corte. Por eso es que las víctimas de crímenes violentos deben buscar consultación de un equipo legal experimentado en determinar la mejor forma de proceder.

Es verdad que algunas veces en las cortes criminales, los perpetradores serán obligados a pagar restituciones a las víctimas. Sin embargo, no es siempre el caso. En muchas ocasiones los demandados son indigentes y no pueden pagar su propio abogado, menos pagar una restitución significativa. Pero incluso cuando los delincuentes criminales violentos tienen medios financieros, el objetivo de la corte criminal no es la compensación de la víctima. Es la justicia. Es un esfuerzo digno y muchas veces uno clave y necesario para que las víctimas obtengan la conclusión de su caso. Pero no pagará por sus gastos médicos ni otros gastos.

Además, al abordar la negligencia de los dueños de propiedades o poseedores en no proteger a los visitantes legales, trabajamos para asegurar que los mismos tipos de lapsos no sean repetidos.

Vale la pena notar que los dueños de propiedades no tienen que garantizar que todos los que entren a la propiedad estarán seguros o libres de daño. Lo que se les requiere hacer es responder apropiadamente cuando hay un riesgo previsible.

Al evaluar si un riesgo es previsible, las cortes analizan en dónde están ubicadas las propiedades, qué tan atractivo puede ser para los criminales y si hay un historial de comportamiento criminal en el área. Por ejemplo, los dueños de un club nocturno en el que fueron reportados dos tiroteos en los últimos seis meses tendrían unos estándares, en términos de seguridad, más elevados que negocios similares en áreas de bajos niveles de crimen con actos de violencia no reportados anteriormente.

Similarmente, un bar que sirve alcohol en las primeras horas de la mañana tendrá un estándar de seguridad más alto que restaurantes de estilo familiar que cierran a las 9 p.m.

Los demandantes necesitan demostrar que el dueño de la propiedad sabía o debía saber que alguien podría volverse una víctima en esa propiedad – ya sea porque el área tenía altos niveles de crimen o por la naturaleza del establecimiento – y los dueños de la propiedad fallaron en tomar acciones razonables para mitigar el riesgo.

En muchos casos, el equipo legal del demandante necesitará contratar a un experto en seguridad que analizará la evidencia y testificará si el dueño de la propiedad no cumplió con las expectativas. El testigo experto necesitará revisar la frecuencia y naturaleza de los crímenes reportados en el área, el tipo de medidas de seguridad que se tomaron y si se razonablemente se requería que acciones adicionales fueran tomadas.

Adicionalmente, los demandantes demostrarán que estaban en la propiedad legalmente. Esto es, no haber entrado sin derecho y que realmente fueron invitados como inquilino, invitado social, invitado de negocios o miembro del público.

Las víctimas de crímenes violentos tienen derecho a recuperar daños que resulten, al menos en parte, por la negligencia en medidas de seguridad.

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